Se trata de Sembrando futuro, un programa de la Fundación Grupo Argos, que tiene como objetivo impulsar la siembra de 2,3 millones de árboles.
Serán tres años para sembrar algarrobos, samanes, guayacanes, caobos, laureles, cedros, robles, hobos, orejeros y carboneros en el Suroeste Antioqueño los que tendrá Sembrando futuro, un proyecto de bonos de carbono a través del cual, se han desarrollado procesos de restauración ecológica activa en diversos ecosistemas estratégicos en el país, como en el bosque andino, en el bosque seco tropical, e incluso, en el manglar.
Este programa hace parte de la Fundación Grupo Argos, que tiene muchos campos de acción, quizá el principal está orientado hacia la conservación de las fuentes de agua y de la biodiversidad, y hacia la mitigación y la adaptación de los impactos del cambio climático. Desde hace varios años ya, vienen trabajando distintos programas que permiten llevar a cabo esas cuatro consignas.
“En ese proyecto llevamos 4.3 millones de árboles sembrados, con una funcionalidad importante, y ha sido algo muy enriquecedor, un proceso en el que hemos aprendido muchísimo, porque esto no tiene receta y ahí en el campo, en cada predio, con cada propietario hemos desarrollado distintas metodologías de trabajo y hemos buscado distintos árboles semilleros para poder lograr la mejor calidad en los cultivos”, dijo María Camila Villegas, directora ejecutiva de la Fundación Grupo Argos.
Tal vez por esto, Sembrando Futuro fue seleccionado por Terraformation, una empresa estadounidense que desarrolla proyectos de certificación de créditos de carbono con base a la restauración de bosques nativos como una estrategia para mitigar y combatir el cambio climático a nivel global, para acelerar los procesos de restauración ecológica de ecosistemas estratégicos en el Suroeste de Antioquia.
Este apoyo incluye la inversión de cerca de 3,8 millones de dólares, y se dio luego de que, en el 2022, la Fundación Grupos Argos postulara su proyecto estrella a la convocatoria pública Aceleradora de Carbono Forestal, auspiciada por Terraformation, que tenía como propósito proveer apoyo a equipos forestales con inversión de capital, incentivar el fortalecimiento institucional y proveer tecnología para contribuir al éxito de los proyectos en sus etapas iniciales y más críticas.
Así que esta convocatoria, primera en su tipo y en la que se presentaron proyectos de todos los países, la ganaron un proyecto de África y este de Colombia. “Sembrando Futuro fue seleccionado como el único proyecto en Latinoamérica, ratificando la potencia del trabajo adelantado durante los últimos tres años y que ha permitido la siembra de millones de árboles, la firma de 180 acuerdos de conservación con comunidades y aliados y la generación de cerca de 1.130 empleos verdes, entre otros logros”, explicó Villegas.
En esta nueva etapa del programa de restauración ecológica participativa se tiene como objetivo la siembra de otros 2,3 millones de árboles en los próximos tres años, que representan la captura de más de 372.000 toneladas de CO2 en los próximos 30 años, lo que, lógicamente, no solo garantizará su sostenibilidad y escalabilidad, sino que lo elevará y le ayudará a integrarse en el mercado global voluntario de bonos de carbono. Sin contar con que se espera desde Argos, que pueda ser adaptado y replicado más allá del Suroeste de Antioquia, en lugares como el Magdalena Medio y la Costa Caribe.
Por otro lado, cabe mencionar que a este proceso, se suma también el Centro de investigación y Conservación de los Bosques del Río Cauca (CIRCA), inaugurado recientemente, desde donde se desarrollará la producción de las plantas, se realizarán investigaciones sobre los árboles y la restauración, así como se promoverá la educación y formación ambiental para el territorio.
La siembra de las especies, descritas al inicio, generará más de 150 empleos directos y más de 1.200 indirectos en los próximos cinco años, pues las personas encargadas de hacerlo serán los mismos habitantes del Suroeste antioqueño, dueños de los predios y organizaciones locales dedicadas a la conservación, que por sus propias convicciones quieran sumarse a la iniciativa, sin importar si tienen un predio muy grande o no.
“Hay algo fundamental en este proyecto y es que es inclusivo, es para todo el mundo, el que quiera participar puede entrar a la Fundación Grupo Argos, enviarnos un correo en el que nos cuente que está interesado en hacer parte de, nosotros le respondemos, vamos, evaluamos su predio y evaluamos la posibilidad de que haga parte, y una vez todo se responda de manera positiva, se incluye al propietario en el programa”, comentó Villegas.
Y una vez esté dentro, por cada 10 dólares generados recibirá 5,5, pues “los ingresos económicos que se obtengan por la venta de los bonos de carbono beneficiarán mayoritariamente a los dueños de los predios ubicados en el Suroeste antioqueño”, concluyó.
Sobre el mercado de bonos voluntarios de carbono
Los bonos o créditos de carbono son unidades transables que representan la captura o absorción de Gases Efecto Invernadero (GEI) directamente de la atmósfera resultante de proyectos o iniciativas de mitigación, validados y verificados bajo estándares específicos o en el marco de un programa de certificación.
Cada bono de carbono representa una tonelada de CO2e reducida o removida de la atmósfera. Dichos créditos pueden ser comercializados en el Mercado Voluntario de Carbono a empresas nacionales e internaciones para la compensación de sus emisiones de GEI, o con el propósito de cumplir con sus metas de sostenibilidad.
Sembrando futuro, el proyecto de bonos de carbono antioqueño que gana apoyo internacional
Se trata de Sembrando futuro, un programa de la Fundación Grupo Argos, que tiene como objetivo impulsar la siembra de 2,3 millones de árboles.
Serán tres años para sembrar algarrobos, samanes, guayacanes, caobos, laureles, cedros, robles, hobos, orejeros y carboneros en el Suroeste Antioqueño los que tendrá Sembrando futuro, un proyecto de bonos de carbono a través del cual, se han desarrollado procesos de restauración ecológica activa en diversos ecosistemas estratégicos en el país, como en el bosque andino, en el bosque seco tropical, e incluso, en el manglar.
“En ese proyecto llevamos 4.3 millones de árboles sembrados, con una funcionalidad importante, y ha sido algo muy enriquecedor, un proceso en el que hemos aprendido muchísimo, porque esto no tiene receta y ahí en el campo, en cada predio, con cada propietario hemos desarrollado distintas metodologías de trabajo y hemos buscado distintos árboles semilleros para poder lograr la mejor calidad en los cultivos”, dijo María Camila Villegas, directora ejecutiva de la Fundación Grupo Argos.
Tal vez por esto, Sembrando Futuro fue seleccionado por Terraformation, una empresa estadounidense que desarrolla proyectos de certificación de créditos de carbono con base a la restauración de bosques nativos como una estrategia para mitigar y combatir el cambio climático a nivel global, para acelerar los procesos de restauración ecológica de ecosistemas estratégicos en el Suroeste de Antioquia.
Este apoyo incluye la inversión de cerca de 3,8 millones de dólares, y se dio luego de que, en el 2022, la Fundación Grupos Argos postulara su proyecto estrella a la convocatoria pública Aceleradora de Carbono Forestal, auspiciada por Terraformation, que tenía como propósito proveer apoyo a equipos forestales con inversión de capital, incentivar el fortalecimiento institucional y proveer tecnología para contribuir al éxito de los proyectos en sus etapas iniciales y más críticas.
Así que esta convocatoria, primera en su tipo y en la que se presentaron proyectos de todos los países, la ganaron un proyecto de África y este de Colombia. “Sembrando Futuro fue seleccionado como el único proyecto en Latinoamérica, ratificando la potencia del trabajo adelantado durante los últimos tres años y que ha permitido la siembra de millones de árboles, la firma de 180 acuerdos de conservación con comunidades y aliados y la generación de cerca de 1.130 empleos verdes, entre otros logros”, explicó Villegas.
En esta nueva etapa del programa de restauración ecológica participativa se tiene como objetivo la siembra de otros 2,3 millones de árboles en los próximos tres años, que representan la captura de más de 372.000 toneladas de CO2 en los próximos 30 años, lo que, lógicamente, no solo garantizará su sostenibilidad y escalabilidad, sino que lo elevará y le ayudará a integrarse en el mercado global voluntario de bonos de carbono. Sin contar con que se espera desde Argos, que pueda ser adaptado y replicado más allá del Suroeste de Antioquia, en lugares como el Magdalena Medio y la Costa Caribe.
Por otro lado, cabe mencionar que a este proceso, se suma también el Centro de investigación y Conservación de los Bosques del Río Cauca (CIRCA), inaugurado recientemente, desde donde se desarrollará la producción de las plantas, se realizarán investigaciones sobre los árboles y la restauración, así como se promoverá la educación y formación ambiental para el territorio.
La siembra de las especies, descritas al inicio, generará más de 150 empleos directos y más de 1.200 indirectos en los próximos cinco años, pues las personas encargadas de hacerlo serán los mismos habitantes del Suroeste antioqueño, dueños de los predios y organizaciones locales dedicadas a la conservación, que por sus propias convicciones quieran sumarse a la iniciativa, sin importar si tienen un predio muy grande o no.
Y una vez esté dentro, por cada 10 dólares generados recibirá 5,5, pues “los ingresos económicos que se obtengan por la venta de los bonos de carbono beneficiarán mayoritariamente a los dueños de los predios ubicados en el Suroeste antioqueño”, concluyó.
Sobre el mercado de bonos voluntarios de carbono
Los bonos o créditos de carbono son unidades transables que representan la captura o absorción de Gases Efecto Invernadero (GEI) directamente de la atmósfera resultante de proyectos o iniciativas de mitigación, validados y verificados bajo estándares específicos o en el marco de un programa de certificación.
Cada bono de carbono representa una tonelada de CO2e reducida o removida de la atmósfera. Dichos créditos pueden ser comercializados en el Mercado Voluntario de Carbono a empresas nacionales e internaciones para la compensación de sus emisiones de GEI, o con el propósito de cumplir con sus metas de sostenibilidad.
Fuente: https://www.elcolombiano.com/medio-ambiente/sembrando-futuro-el-proyecto-de-bonos-de-carbono-antioqueno-que-gana-apoyo-internacional-PK23388645