Los fuertes estallidos generan estrés, confusión, taquicardias y lesiones irreversibles.
En esta temporada de Navidad y fin de año, muchas mascotas sufren por los sonidos de la pólvora. Tanto la fauna silvestre, como los perros y gatos que conviven con sus cuidadores, y en especial los animales en condición de calle que deambulan por la ciudad, son quienes más se ven afectados por el estallido de la pirotecnia que los humanos lanzan y cuyo estruendo puede alcanzar niveles de hasta 190 decibeles.
Esto son 110 a 115 decibelios por encima del rango de 75 a 80, que es donde comienza el daño al oído humano, según la organización Animal Ethics.
Ante estas situaciones, la Asociación de Veterinarios de Vida Silvestre, en cabeza de su directora Victoria Rodríguez Novoa, han reconocido las implicaciones negativas que representa la pirotecnia en la salud y el bienestar animal debido a que les genera miedo, angustia, lesiones físicas, abortos y hasta mutilaciones.
Por este motivo, se han sumado a proyectos como ‘Cielos en Calma’, liderado por la senadora Andrea Padilla, quien busca que se realicen otro tipo de espectáculos que no afecten a los animales domésticos y silvestres en el país.
“La fauna silvestre sufre interrupciones en sus ritmos de sueño y alimentación, al igual que les genera un uso adicional de energía, asociado al vuelo de escape y de reasentamiento por el desplazamiento a zonas cercanas durante el tiempo que dure el evento. También, puede ocasionar confusión, ansiedad y ocasionalmente pueden sufrir infartos”, le dijo la Secretaría Distrital de Ambiente a EL TIEMPO.
Además, el comportamiento de los animales domésticos es alterado en la búsqueda desesperada de refugio, por lo que pueden ser víctimas de atropellamientos, escapes o problemas cardiorrespiratorios.
“Es importante mantener las puertas y ventanas cerradas, adecuar su sitio favorito de la casa para que se refugien y acostumbrarlos paulatinamente a los sonidos fuertes, puede ser reproduciéndolos a través de un televisor o un computador”, señala el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal.
Adriana Estrada, directora del IDPYBA, le contó a EL TIEMPO que hay las sustancias de fabricación de la pólvora como el azufre, el carbón, el fósforo les puede producir un incremento de la frecuencia respiratoria y cardiaca, salivación excesiva y vómito. Los perros también se pueden orinar y defecar. “Hay algunos que pueden presentar temblores, ladrar y tener diferentes reacciones agresivas porque están alterados. A su vez, cuando hay taquicardias severas pueden fallecer”, mencionó.
Estrada también anotó que desde el Instituto se está trabajando en la ‘Navidad Zoolidaria’ que busca sensibilizar a las personas para proteger a los animales y desestimular el riesgo durante estas épocas.
Ambas entidades hacen un llamado para brindarles refugio a los animales en condición de calle. Si se da la oportunidad, permitiéndoles resguardarse bajo el techo de la entrada de la casa, parqueadero o en un espacio en el hogar en el que se sientan seguros.
¿Cómo tranquilizarlos?
La senadora y animalista Andrea Padilla ha señalado algunas recomendaciones claves para ayudar a los animales domésticos a enfrentar la exposición a este tipo de eventos de fin de año: “Lo primero es tener al animal en casa porque va a buscar refugio. Uno de los dramas que se reportan cada fin de año son animales extraviados o atropellados”.
Según el proyecto Conexión Animal de Cali, el año pasado se registraron 1.105 animales extraviados entre perros y gatos en diciembre, dentro de dicha cifra se tiene que solo 113 regresaron a casa mientras que siete de ellos fallecieron en hechos relacionados con la pólvora.
Padilla también dice que los animales pueden ser cubiertos con mantas y ser expuestos a música suave, dado que, al parecer, les da tranquilidad.
“Por último, hay que estar con ellos y acariciarlos en los momentos de estallidos de pólvora, por ejemplo, a medianoche. Sin embargo, para los animales silvestres y otros que están a la intemperie en la ruralidad, como vacas y cerdos, es dramático”, agrega.
Por el mismo camino, Juan Alfonso, médico veterinario zootecnista de la Universidad CES, señaló que con el estrés lo que sucede con cualquier animal es que su frecuencia cardiaca y respiratoria aumenta, lo que le puede causar ansiedad. “En algunos casos, si el estrés es muy alto, pueden tener una parálisis o un infarto”, declaró Alfonso para EL TIEMPO.
A su vez, agregó que para calmar a los animales existen dos posibilidades. La primera es que cuando son cachorros, antes de que llegue la noche, hay que asociarlos con sonidos similares, pero con un volumen más bajo y de igual manera premiarlos por su tranquilidad.
La segunda opción es que en el momento que este estresado relacionarlo con sus juguetes o distraerlo con sonidos a los que ya este asociado para hacer que se sienta acompañado de las personas que lo rodean diariamente.
Impacto al ambiente
La pólvora no solo genera daños a los animales, sino también a nosotros y al medio ambiente.
La Secretaría Distrital de Ambiente señala que la quema de pólvora es una fuente de emisión de material particulado. “Si bien estos eventos son momentáneos y sus efectos no son permanentes, este acto va en contra del bienestar de todos los ciudadanos y de las recomendaciones del Distrito”, agregan.
Aclaran que en lo corrido de diciembre no se ha presentado una quema de pólvora o fuegos artificiales que haya impactado o deteriorado la calidad del aire de la ciudad.
Por otro lado, la Asociación de Veterinarios de Vida Silvestre, a través de un comunicado, cita investigaciones que señalan que la pólvora libera varios contaminantes atmosféricos y acuáticos al momento de quemarse.
“Entre estos se encuentran el perclorato, partículas de hollín, SO2, NO2 y O3, partículas metálicas, específicamente. También se han reportado incrementos significativos en los niveles de aluminio, titanio, cobre y antimonio”. Estos elementos pueden ser potencialmente tóxicos y, como señala Padilla, tienen la capacidad de bioacumularse en el ambiente y en las fuentes hídricas. Lo que afecta no solo a los animales, sino también a los seres humanos.
Además, la organización Animal Ethics señala que el material particulado afecta a los animales en el sitio de la explotación, pero también a los que están en ubicaciones alejadas dado que el viento transporta esas partículas. “Los productos químicos también son peligrosos para los gatos y los perros, al igual que lo son para los humanos con enfermedades respiratorias como el asma”, agregan.
Quemados en Bogotá
Más allá del problema ambiental del que también somos víctimas, cabe mencionar que la pólvora sigue causando más tragedias que celebraciones. Sin ir más lejos, tan solo en lo corrido de este mes en Bogotá se han registrado 45 personas quemadas. 32 de ellas en un mismo día: el 7 de diciembre. De ellas, 30 han sido adultos y 15 menores de edad, según datos de la Secretaría Distrital de Salud.
Además, mientras que a la mayoría de las personas les gustan los fuegos pirotécnicos que se lanzan en las fiestas navideñas, hay otras que sufren con el sonido de estos artefactos por tener trastornos generalizados, como por ejemplo, autismo o asperger.
Los efectos de la pólvora en el ambiente y en la salud de las mascotas
Los fuertes estallidos generan estrés, confusión, taquicardias y lesiones irreversibles.
En esta temporada de Navidad y fin de año, muchas mascotas sufren por los sonidos de la pólvora. Tanto la fauna silvestre, como los perros y gatos que conviven con sus cuidadores, y en especial los animales en condición de calle que deambulan por la ciudad, son quienes más se ven afectados por el estallido de la pirotecnia que los humanos lanzan y cuyo estruendo puede alcanzar niveles de hasta 190 decibeles.
Esto son 110 a 115 decibelios por encima del rango de 75 a 80, que es donde comienza el daño al oído humano, según la organización Animal Ethics.
Ante estas situaciones, la Asociación de Veterinarios de Vida Silvestre, en cabeza de su directora Victoria Rodríguez Novoa, han reconocido las implicaciones negativas que representa la pirotecnia en la salud y el bienestar animal debido a que les genera miedo, angustia, lesiones físicas, abortos y hasta mutilaciones.
Por este motivo, se han sumado a proyectos como ‘Cielos en Calma’, liderado por la senadora Andrea Padilla, quien busca que se realicen otro tipo de espectáculos que no afecten a los animales domésticos y silvestres en el país.
“La fauna silvestre sufre interrupciones en sus ritmos de sueño y alimentación, al igual que les genera un uso adicional de energía, asociado al vuelo de escape y de reasentamiento por el desplazamiento a zonas cercanas durante el tiempo que dure el evento. También, puede ocasionar confusión, ansiedad y ocasionalmente pueden sufrir infartos”, le dijo la Secretaría Distrital de Ambiente a EL TIEMPO.
Además, el comportamiento de los animales domésticos es alterado en la búsqueda desesperada de refugio, por lo que pueden ser víctimas de atropellamientos, escapes o problemas cardiorrespiratorios.
“Es importante mantener las puertas y ventanas cerradas, adecuar su sitio favorito de la casa para que se refugien y acostumbrarlos paulatinamente a los sonidos fuertes, puede ser reproduciéndolos a través de un televisor o un computador”, señala el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal.
Adriana Estrada, directora del IDPYBA, le contó a EL TIEMPO que hay las sustancias de fabricación de la pólvora como el azufre, el carbón, el fósforo les puede producir un incremento de la frecuencia respiratoria y cardiaca, salivación excesiva y vómito. Los perros también se pueden orinar y defecar. “Hay algunos que pueden presentar temblores, ladrar y tener diferentes reacciones agresivas porque están alterados. A su vez, cuando hay taquicardias severas pueden fallecer”, mencionó.
Estrada también anotó que desde el Instituto se está trabajando en la ‘Navidad Zoolidaria’ que busca sensibilizar a las personas para proteger a los animales y desestimular el riesgo durante estas épocas.
Ambas entidades hacen un llamado para brindarles refugio a los animales en condición de calle. Si se da la oportunidad, permitiéndoles resguardarse bajo el techo de la entrada de la casa, parqueadero o en un espacio en el hogar en el que se sientan seguros.
¿Cómo tranquilizarlos?
La senadora y animalista Andrea Padilla ha señalado algunas recomendaciones claves para ayudar a los animales domésticos a enfrentar la exposición a este tipo de eventos de fin de año: “Lo primero es tener al animal en casa porque va a buscar refugio. Uno de los dramas que se reportan cada fin de año son animales extraviados o atropellados”.
Según el proyecto Conexión Animal de Cali, el año pasado se registraron 1.105 animales extraviados entre perros y gatos en diciembre, dentro de dicha cifra se tiene que solo 113 regresaron a casa mientras que siete de ellos fallecieron en hechos relacionados con la pólvora.
Padilla también dice que los animales pueden ser cubiertos con mantas y ser expuestos a música suave, dado que, al parecer, les da tranquilidad.
“Por último, hay que estar con ellos y acariciarlos en los momentos de estallidos de pólvora, por ejemplo, a medianoche. Sin embargo, para los animales silvestres y otros que están a la intemperie en la ruralidad, como vacas y cerdos, es dramático”, agrega.
Por el mismo camino, Juan Alfonso, médico veterinario zootecnista de la Universidad CES, señaló que con el estrés lo que sucede con cualquier animal es que su frecuencia cardiaca y respiratoria aumenta, lo que le puede causar ansiedad. “En algunos casos, si el estrés es muy alto, pueden tener una parálisis o un infarto”, declaró Alfonso para EL TIEMPO.
A su vez, agregó que para calmar a los animales existen dos posibilidades. La primera es que cuando son cachorros, antes de que llegue la noche, hay que asociarlos con sonidos similares, pero con un volumen más bajo y de igual manera premiarlos por su tranquilidad.
La segunda opción es que en el momento que este estresado relacionarlo con sus juguetes o distraerlo con sonidos a los que ya este asociado para hacer que se sienta acompañado de las personas que lo rodean diariamente.
Impacto al ambiente
La pólvora no solo genera daños a los animales, sino también a nosotros y al medio ambiente.
La Secretaría Distrital de Ambiente señala que la quema de pólvora es una fuente de emisión de material particulado. “Si bien estos eventos son momentáneos y sus efectos no son permanentes, este acto va en contra del bienestar de todos los ciudadanos y de las recomendaciones del Distrito”, agregan.
Aclaran que en lo corrido de diciembre no se ha presentado una quema de pólvora o fuegos artificiales que haya impactado o deteriorado la calidad del aire de la ciudad.
Por otro lado, la Asociación de Veterinarios de Vida Silvestre, a través de un comunicado, cita investigaciones que señalan que la pólvora libera varios contaminantes atmosféricos y acuáticos al momento de quemarse.
“Entre estos se encuentran el perclorato, partículas de hollín, SO2, NO2 y O3, partículas metálicas, específicamente. También se han reportado incrementos significativos en los niveles de aluminio, titanio, cobre y antimonio”. Estos elementos pueden ser potencialmente tóxicos y, como señala Padilla, tienen la capacidad de bioacumularse en el ambiente y en las fuentes hídricas. Lo que afecta no solo a los animales, sino también a los seres humanos.
Además, la organización Animal Ethics señala que el material particulado afecta a los animales en el sitio de la explotación, pero también a los que están en ubicaciones alejadas dado que el viento transporta esas partículas. “Los productos químicos también son peligrosos para los gatos y los perros, al igual que lo son para los humanos con enfermedades respiratorias como el asma”, agregan.
Quemados en Bogotá
Más allá del problema ambiental del que también somos víctimas, cabe mencionar que la pólvora sigue causando más tragedias que celebraciones. Sin ir más lejos, tan solo en lo corrido de este mes en Bogotá se han registrado 45 personas quemadas. 32 de ellas en un mismo día: el 7 de diciembre. De ellas, 30 han sido adultos y 15 menores de edad, según datos de la Secretaría Distrital de Salud.
Además, mientras que a la mayoría de las personas les gustan los fuegos pirotécnicos que se lanzan en las fiestas navideñas, hay otras que sufren con el sonido de estos artefactos por tener trastornos generalizados, como por ejemplo, autismo o asperger.
KEVIN STIVEN RAMÍREZ QUINTERO
ESCUELA DE PERIODISMO MULTIMEDIA EL TIEMPO
Fuente: https://www.eltiempo.com/amp/bogota/polvora-sus-efectos-en-el-ambiente-y-en-la-salud-de-las-mascotas-728265