Desde hace aproximadamente dos décadas se venía negociando un tratado que tiene como objetivo principal garantizar la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina de áreas fuera de la jurisdicción nacional.
Por: Juliana Hurtado Rassi
Ahora bien, este es un tratado estratégico para alcanzar los objetivos y las metas de la Agenda 2030 en la que se reconoce la importancia de conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo (ODS14), lo que sin duda alguna resulta estratégico dado el incalculable valor que tienen los océanos pues estos suministran alimentos a un porcentaje muy grande de la población, representan aproximadamente el 90% del hábitat biológicamente útil del planeta entre animales, plantas y macroorganismos, constituyéndose así en un sistema fundamental para el funcionamiento de la Tierra (Hurtado Rassi , 2020).
Adicionalmente, este tratado contribuirá al logro de los compromisos del Marco Global de Biodiversidad de Kunming- Montreal adoptado el 19 de diciembre de 2022 por los 196 países, entre ellos Colombia, en el marco de la reunión de la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas, en el que se establecieron diferentes objetivos que apuntan al cumplimiento de tres componentes principalmente conservación de la biodiversidad, uso sostenible, y distribución justa y equitativa de los beneficios de los recursos, y entre los que resalta el compromiso “30×30” para proteger un tercio de la biodiversidad del mundo, en tierra y mar para 2030 (Convention on Biological Diversity, 2022).
Ahora bien, este tratado destinado a proteger y regular la explotación de la biodiversidad en estas áreas o zonas marinas que no pertenecen a ninguna jurisdicción nacional resulta estratégico para lograr los compromisos anteriormente mencionados, más aún si se tiene en cuenta que las aguas internacionales representan aproximadamente el 60% de los océanos, y actualmente solo el 1% de esta se encuentra protegida.
Para lograr la efectiva protección de estas áreas este tratado prevé, una vez haya sido ratificado por un mínimo de 60 países, momento en que se dará la entrada en vigor, la creación de áreas marinas específicas en aguas internacionales que contribuyan con la protección, el cuidado y el uso responsable de los recursos marinos, así como del subsuelo, definido como “la Zona”, áreas en las que se enfoca particularmente este instrumento por tratarse de lugares frágiles e importantes para las especies en peligro.
Otro de los asuntos que más se destacan de este tratado son: i) la obligación que se crea para que antes de la realización de una actividad que pueda llegar a tener impactos ambientales, se realicen los estudios de impacto que resulten pertinentes, lo anterior teniendo en cuenta las actividades que se contemplan como posibles para ser realizadas; ii) adicionalmente se insta a los países para que también realicen estudios sobre el impacto que pueda causar en aguas internacionales las actividades que se realicen en aguas bajo su jurisdicción y que puedan llegar a contaminar o dañar el entorno marino (ONU, 2023).
Este acuerdo da la esperanza de poder lograr una mejor protección de nuestros océanos, más aún si se piensa en la necesidad que hay de abordar y contener las afectaciones que se producen como consecuencia del cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Hoy en día resulta más que estratégica la protección de la biodiversidad marina en alta mar toda vez que por factores como la contaminación de los océanos y la sobrepesca está sufriendo afectaciones que puedan llegar a ser irreversibles en lo relacionado con la protección de este ecosistema y las afectaciones que se produzcan en la seguridad alimentaria a nivel mundial.
A todas luces, un tratado que contribuya con la protección de los océanos en los diferentes ámbitos que se proponen en este instrumento es un gran avance a nivel mundial, que a su vez implica retos en la gestión que cada país debe realizar para poder cumplir con los objetivos propuestos en este.
Sin embargo, el desafío que este impone es aun mayor, pues estos logros dependen del trabajo conjunto y articulado que realicen los Estados con miras a garantizar la efectiva protección de un bien común del que todos dependemos pues juega un rol fundamental en la lucha contra el cambio climático, la seguridad alimentaria y la vida en este planeta.
Referencias:
Convention on Biological Diversity. (diciembre de 2022). Kunming-Montreal Global Biodiversity Framework. Obtenido de https://www.cbd.int/gbf/
Hurtado Rassi , J. (2020). Conservación y uso sostenible de las zonas marinas situadas fuera de la jurisdicción nacional: un nuevo acuerdo internacional en negociación. En L. G. otros], Lecturas sobre derecho del medio ambiente: Tomo XX. Bogotá: Universidad Externado de Colombia .
ONU. (5 de Marzo de 2023). Un nuevo acuerdo protegerá la biodiversidad marina en aguas internacionales. Obtenido de https://news.un.org/es/story/2023/03/1519102
Se firmó un nuevo acuerdo para proteger la biodiversidad marina en aguas internacionales
Desde hace aproximadamente dos décadas se venía negociando un tratado que tiene como objetivo principal garantizar la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina de áreas fuera de la jurisdicción nacional.
Por: Juliana Hurtado Rassi
Ahora bien, este es un tratado estratégico para alcanzar los objetivos y las metas de la Agenda 2030 en la que se reconoce la importancia de conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo (ODS14), lo que sin duda alguna resulta estratégico dado el incalculable valor que tienen los océanos pues estos suministran alimentos a un porcentaje muy grande de la población, representan aproximadamente el 90% del hábitat biológicamente útil del planeta entre animales, plantas y macroorganismos, constituyéndose así en un sistema fundamental para el funcionamiento de la Tierra (Hurtado Rassi , 2020).
Adicionalmente, este tratado contribuirá al logro de los compromisos del Marco Global de Biodiversidad de Kunming- Montreal adoptado el 19 de diciembre de 2022 por los 196 países, entre ellos Colombia, en el marco de la reunión de la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas, en el que se establecieron diferentes objetivos que apuntan al cumplimiento de tres componentes principalmente conservación de la biodiversidad, uso sostenible, y distribución justa y equitativa de los beneficios de los recursos, y entre los que resalta el compromiso “30×30” para proteger un tercio de la biodiversidad del mundo, en tierra y mar para 2030 (Convention on Biological Diversity, 2022).
Ahora bien, este tratado destinado a proteger y regular la explotación de la biodiversidad en estas áreas o zonas marinas que no pertenecen a ninguna jurisdicción nacional resulta estratégico para lograr los compromisos anteriormente mencionados, más aún si se tiene en cuenta que las aguas internacionales representan aproximadamente el 60% de los océanos, y actualmente solo el 1% de esta se encuentra protegida.
Para lograr la efectiva protección de estas áreas este tratado prevé, una vez haya sido ratificado por un mínimo de 60 países, momento en que se dará la entrada en vigor, la creación de áreas marinas específicas en aguas internacionales que contribuyan con la protección, el cuidado y el uso responsable de los recursos marinos, así como del subsuelo, definido como “la Zona”, áreas en las que se enfoca particularmente este instrumento por tratarse de lugares frágiles e importantes para las especies en peligro.
Otro de los asuntos que más se destacan de este tratado son: i) la obligación que se crea para que antes de la realización de una actividad que pueda llegar a tener impactos ambientales, se realicen los estudios de impacto que resulten pertinentes, lo anterior teniendo en cuenta las actividades que se contemplan como posibles para ser realizadas; ii) adicionalmente se insta a los países para que también realicen estudios sobre el impacto que pueda causar en aguas internacionales las actividades que se realicen en aguas bajo su jurisdicción y que puedan llegar a contaminar o dañar el entorno marino (ONU, 2023).
Este acuerdo da la esperanza de poder lograr una mejor protección de nuestros océanos, más aún si se piensa en la necesidad que hay de abordar y contener las afectaciones que se producen como consecuencia del cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Hoy en día resulta más que estratégica la protección de la biodiversidad marina en alta mar toda vez que por factores como la contaminación de los océanos y la sobrepesca está sufriendo afectaciones que puedan llegar a ser irreversibles en lo relacionado con la protección de este ecosistema y las afectaciones que se produzcan en la seguridad alimentaria a nivel mundial.
A todas luces, un tratado que contribuya con la protección de los océanos en los diferentes ámbitos que se proponen en este instrumento es un gran avance a nivel mundial, que a su vez implica retos en la gestión que cada país debe realizar para poder cumplir con los objetivos propuestos en este.
Sin embargo, el desafío que este impone es aun mayor, pues estos logros dependen del trabajo conjunto y articulado que realicen los Estados con miras a garantizar la efectiva protección de un bien común del que todos dependemos pues juega un rol fundamental en la lucha contra el cambio climático, la seguridad alimentaria y la vida en este planeta.
Referencias:
Convention on Biological Diversity. (diciembre de 2022). Kunming-Montreal Global Biodiversity Framework. Obtenido de https://www.cbd.int/gbf/
Hurtado Rassi , J. (2020). Conservación y uso sostenible de las zonas marinas situadas fuera de la jurisdicción nacional: un nuevo acuerdo internacional en negociación. En L. G. otros], Lecturas sobre derecho del medio ambiente: Tomo XX. Bogotá: Universidad Externado de Colombia .
ONU. (5 de Marzo de 2023). Un nuevo acuerdo protegerá la biodiversidad marina en aguas internacionales. Obtenido de https://news.un.org/es/story/2023/03/1519102
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