La última tendencia está consolidada en el desarrollo de accesorios sustentables que faciliten nuestra vida y apoyen el cuidado de nuestro planeta.
El reciclaje, la tecnología y, sobre todo, la creatividad ha logrado construir distintos artículos para reducir el volumen del plástico en el mundo y también para satisfacer necesidades; uno de ellos, son las maletas hechas con propileno (PP) y plástico reciclado de botellas (PET), que representan el aporte de los viajeros sobre la reutilización y la economía circular.
Anualmente se producen más de 400 millones de toneladas de plástico en el mundo, mientras que solo el 9% de estos desperdicios producidos son reciclados y, el 12% se incinera. Además 13 millones de estos residuos son arrojados al océano.
El plástico es un material que constituye un grave y nocivo riesgo para el medio ambiente, principalmente porque para degradarse puede llegar a demorar hasta 180 años y, la capacidad que brinda de calor es mucho mayor que la del carbón y la madera. Además, se ha demostrado que el plástico permite el ahorro de combustible e incluso disminuye el peso en nuestros medios de transporte.
Asimismo, recordemos que el transporte es una de las actividades del ser humano que mayor contaminación genera. Tan solo en el ida y vuelta de un avión, produce 0,39 toneladas de CO2 por persona en un trayecto corto como el de Madrid a Barcelona. Bajo estas circunstancias, los amantes de los viajes buscan reducir su huella de carbono comprando maletas hechas 100% de material reciclado.
Con un total de 84 botellas de plástico, equivalente a una montaña grande de residuos, se puede llegar a construir una maleta para viajes. El proceso inicia con la fabricación del tejido, en las que se utilizan botellas de plástico PET (como en las que solemos tomar el agua). Éstas, se funden y se obtiene unas escamas de plástico que luego se transformarán en fibra, hilo y finalmente tela. Este proceso utiliza un nivel menor de energía durante la fabricación, logrando que sea mucho menos dañino para el medio ambiente.
Sin embargo, para que el negocio del reciclaje realmente funcione, necesita volver a insertarse en el mercado de manera efectiva y, al mismo tiempo, las compañías deben tener como prioridad comprometerse con la preservación del medio ambiente y, sobre todo, en la industria de la confección elaborar productos funcionales, eco-amigables, innovadores y de calidad. Algunas de las empresas que desarrollan este tipo de productos para viajes son: Anuscas Family, Irema, Lefrik, Nukak, Vaho, Sin Desperdicio, entre muchas otras que fabrican bolsos, mochilas y maletas eco amigables. Los precios son acordes al tamaño y diseño del producto, y oscilan entre los 60 hasta 120 euros.
Según Antonia Gómez, portavoz de TRAVELSPRING, “las empresas han empezado a involucrarse en la tendencia eco – friendly, lo que implica que sus productos y servicios sean sostenibles, obtenidos mediante modelos de producción respetuosos con el planeta. Con el objetivo de reducir su huella de carbono en el mundo. Y es que, para muchos turistas, sobre todo para el que cumpla con un perfil responsable ante la sociedad, este factor es determinante al adquirir una compra ”.
El impacto de colaborar adquiriendo este tipo de productos ayuda de manera significativa en:
La reducción de los vertederos: Se logra apaciguar el problema con los vertederos, ya que la mayoría de productos que ingresan no son biodegradables o tardan en descomponerse y emiten gases perjudiciales para el medio ambiente
Reducción del consumo de energía: Los artículos reciclados, utilizan menos energía durante su fabricación.
Costo: Los productos hechos de material reciclado apoyan a la economía circular. Además, se promueve la sostenibilidad al utilizar productos que usualmente son descartados.
Como nos podemos dar cuenta, existen innumerables formas de aportar a la preservación del medio ambiente; sobre todo ahora, donde cada año llegan al océano un promedio de 9 millones de toneladas de residuos plásticos que nos colocan en una situación alarmante frente a la contaminación.
Así que, estamos seguros que no hay mejor sensación que convertirnos en protagonistas del cambio ambiental.
El viaje de la transformación: maletas hechas de botellas de plástico
La última tendencia está consolidada en el desarrollo de accesorios sustentables que faciliten nuestra vida y apoyen el cuidado de nuestro planeta.
El reciclaje, la tecnología y, sobre todo, la creatividad ha logrado construir distintos artículos para reducir el volumen del plástico en el mundo y también para satisfacer necesidades; uno de ellos, son las maletas hechas con propileno (PP) y plástico reciclado de botellas (PET), que representan el aporte de los viajeros sobre la reutilización y la economía circular.
Anualmente se producen más de 400 millones de toneladas de plástico en el mundo, mientras que solo el 9% de estos desperdicios producidos son reciclados y, el 12% se incinera. Además 13 millones de estos residuos son arrojados al océano.
El plástico es un material que constituye un grave y nocivo riesgo para el medio ambiente, principalmente porque para degradarse puede llegar a demorar hasta 180 años y, la capacidad que brinda de calor es mucho mayor que la del carbón y la madera. Además, se ha demostrado que el plástico permite el ahorro de combustible e incluso disminuye el peso en nuestros medios de transporte.
Asimismo, recordemos que el transporte es una de las actividades del ser humano que mayor contaminación genera. Tan solo en el ida y vuelta de un avión, produce 0,39 toneladas de CO2 por persona en un trayecto corto como el de Madrid a Barcelona. Bajo estas circunstancias, los amantes de los viajes buscan reducir su huella de carbono comprando maletas hechas 100% de material reciclado.
Con un total de 84 botellas de plástico, equivalente a una montaña grande de residuos, se puede llegar a construir una maleta para viajes. El proceso inicia con la fabricación del tejido, en las que se utilizan botellas de plástico PET (como en las que solemos tomar el agua). Éstas, se funden y se obtiene unas escamas de plástico que luego se transformarán en fibra, hilo y finalmente tela. Este proceso utiliza un nivel menor de energía durante la fabricación, logrando que sea mucho menos dañino para el medio ambiente.
Sin embargo, para que el negocio del reciclaje realmente funcione, necesita volver a insertarse en el mercado de manera efectiva y, al mismo tiempo, las compañías deben tener como prioridad comprometerse con la preservación del medio ambiente y, sobre todo, en la industria de la confección elaborar productos funcionales, eco-amigables, innovadores y de calidad. Algunas de las empresas que desarrollan este tipo de productos para viajes son: Anuscas Family, Irema, Lefrik, Nukak, Vaho, Sin Desperdicio, entre muchas otras que fabrican bolsos, mochilas y maletas eco amigables. Los precios son acordes al tamaño y diseño del producto, y oscilan entre los 60 hasta 120 euros.
Según Antonia Gómez, portavoz de TRAVELSPRING, “las empresas han empezado a involucrarse en la tendencia eco – friendly, lo que implica que sus productos y servicios sean sostenibles, obtenidos mediante modelos de producción respetuosos con el planeta. Con el objetivo de reducir su huella de carbono en el mundo. Y es que, para muchos turistas, sobre todo para el que cumpla con un perfil responsable ante la sociedad, este factor es determinante al adquirir una compra ”.
El impacto de colaborar adquiriendo este tipo de productos ayuda de manera significativa en:
La reducción de los vertederos: Se logra apaciguar el problema con los vertederos, ya que la mayoría de productos que ingresan no son biodegradables o tardan en descomponerse y emiten gases perjudiciales para el medio ambiente
Reducción del consumo de energía: Los artículos reciclados, utilizan menos energía durante su fabricación.
Costo: Los productos hechos de material reciclado apoyan a la economía circular. Además, se promueve la sostenibilidad al utilizar productos que usualmente son descartados.
Como nos podemos dar cuenta, existen innumerables formas de aportar a la preservación del medio ambiente; sobre todo ahora, donde cada año llegan al océano un promedio de 9 millones de toneladas de residuos plásticos que nos colocan en una situación alarmante frente a la contaminación.
Así que, estamos seguros que no hay mejor sensación que convertirnos en protagonistas del cambio ambiental.
Fuente: https://cuidemoselplaneta.org/el-viaje-de-la-transformacion-maletas-hechas-de-botellas-de-plastico/